«No te mueras con la música dentro de ti»
Wayne Dyer
Esta no es una novela cualquiera y su autor no pretende ser un novelista convencional. Usando sus dotes como escritor, quiso plasmar en sus letras, una profunda y reveladora historia que no solo nos lleva a adentrarnos en ella y vivirla con total intensidad, tal como el personaje vive su propia vida, sino que implícitamente nos invita a tomar de esta, una gran lección que nos lleva a darnos cuenta que La Vida En Un Suspiro puede experimentarse de muchas maneras y en nuestras manos está decidir qué tan doloroso o liberador puede ser ese suspiro.
Carlos ha sabido hilar muy bien cada etapa de la vida del personaje y de todos aquellos que conforman su mundo emocional. Esta novela es una invitación a ver la parte de cada uno que habita en Sebas, ese chico inquieto, apasionado e intenso que tenía la sensación de ser un títere de la vida, dando la impresión de que esta se ensañaba contra él, cada vez que ponía por delante sucesos que le retaban continuamente, que le llevaban a sumergirse en un tobogán de emociones a cuál más profundas y en ocasiones dolorosas, de las que sabía protegerse a su manera, hasta que un día algo muy profundo se rompió dentro de él y ya nada volvió a cobrar sentido, incluso la vida misma.
A pesar de estar acostumbrada a lidiar con los entresijos de la mente, he de decir que la historia de Sebas, no me dejó indiferente o más bien, me movió tanto que pasaron por mi mente, infinidad de personas que sufren no tanto por lo que su realidad externa les ofrece sino por la realidad interna que han construido y que les lleva a lidiar continuamente con los fantasmas de su mente, hasta un punto de sufrimiento inconmensurable que parece, no podría ser aliviado por absolutamente nada ni nadie, ni siquiera por ellos mismos.
Y es que la mente del ser humano es tan compleja como profunda y a la vez, nos ofrece una riqueza infinita que llegar a comprenderla en su totalidad, es el gran reto de todos aquellos que acompañamos a otros a transformar el dolor en aceptación, el vacío en plenitud hasta que los miedos se abracen y den espacio a que el amor impregne todo su ser y se permitan bailar con la vida, desde una absoluta paz y libertad.
Para Sebas, las fichas de dominó se fueron cayendo una a una hasta encontrarse con la pieza más importante, su propia vida. Esa que estaba nublada de tantos reproches, una inmensa sensación de carencia y en especial, de un vacío que jamás se vio llenado a pesar de la fortaleza que le ofrecía el vínculo amoroso y contenedor de Raquel, su abuela amada y la calidez de sus amigos, aquellos que, por muchos intentos de ofrecerle una mirada diferente de la vida, no lograron transmitirle su pasión para mantenerse en ella.
Tenía todas las condiciones para ser un desdichado, su tendencia a autolamentarse y revolcarse en su dolor, no le permitía ver más allá. Su mente condicionaba su vida de una manera tal que llegó a dominarla creando una distorsión de la realidad que lo mantenía en una angustia infinita.
Sebas se perdió en el mar de sus propias preocupaciones y se ahogó en sus miedos e inseguridades. Renunció a disfrutar y se ancló al sufrimiento como garantía de vida, renunció a sí mismo y con ello a su propia vida.
Pareciera que necesitaba una confirmación continua de que nada estaba bien y que incluso todo podría ir a peor. Eso era algo que se le daba muy bien, ir coleccionando momentos donde su mente grababa una vez más que su vida era muy desafortunada.
Como él, hay muchos Sebas que van por la vida, que han perdido el sentido de su propia existencia y no encuentran razones para tomar su vida como ese regalo preciado que se nos ha dado a todos.
Y es por eso que encuentro esta novela de una gran riqueza ya que implícitamente trae una maravillosa lección, una invitación a soltar aquellos lastres que pesan, que arrastramos porque creemos que sin ellos no podemos vivir, que debemos resignarnos porque es lo que nos ha tocado y pareciera que nos engrandecen cada vez que los recordamos y traemos a nuestra mente.
Cada cual es libre de elegir de qué manera vivir, en todo caso hay unos cuantos que eligen morir en vida y esa ilusión de estar vivos se apaga en su corazón, encontrando en cada suceso, un motivo más para cavar su propia tumba, olvidando que una vez dejan de mirarse a sí mismos y se abren a todo lo que hay delante de sus ojos, la vida se muestra abundante, fluida y plena de colores, emociones, sensaciones a veces dulces, a veces agrias, pero todas ellas son vida en esencia pura.
Y con ello quiero invitarte también a conectar con el sentido de tu propia vida, esa que Viktor Frankl en su libro, El hombre en busca de sentido, nos rebela recordándonos que la esencia de la existencia consiste en la capacidad del ser humano para responder con habilidad a las demandas que la vida le plantea en cada situación ya que cuando uno se enfrenta con un destino ineludible, inapelable e irrevocable, la vida está ofreciendo una oportunidad maravillosa de tomar la fuerza y el poder que hay dentro de sí para conectar con el sentido más profundo y honrar la existencia. Y en la medida que apartamos el dolor y nos dirigimos hacia algo o alguien más, distinto de uno mismo, se alcanza la trascendencia y todo cobra sentido de nuevo.
Este no es solo el viaje de Sebas, es el viaje también de Carlos, un viaje de adentro hacia fuera permitiéndose con la publicación de esta novela salir a la luz, no solo como escritor, sino también como ese hombre íntegro, lleno de talentos y habilidades que siente que es su momento para compartirlas con otros y desde la grandeza de su corazón, seguir acompañando a las personas a cumplir los sueños que como hoy, él está cumpliendo.
Te invito a que te dejes envolver por esta apasionante y sentida historia, y permitas a tu corazón latir intensamente al ritmo de la vida. Deseo que después de este viaje, tu vida sea más que un suspiro, ese acto involuntario que hacemos para no morir, entre otras de dolor.
Feliz vida
Giovanna Muñoz P.
Psiquiatra Integrativa & Coach de Bienestar